A las 20.46 exactamente, a la hora prevista, España dio un nuevo paso en su carrera espacial. El 'Deimos 1', el primer satélite español dedicado a la observación de la Tierra, fue lanzado con éxito desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), a bordo del 'Dnieper', un cohete internacional reconvertido. La nueva plataforma ayudará a controlar desde el espacio la agricultura y el medio ambiente, con el objetivo de «mejorar el conocimiento global de todos los fenómenos naturales y los provocados por el hombre», en palabras de Pedro Duque, astronauta en excedencia y director general de Deimos Imaging, la sociedad perteneciente al grupo Elecnor, la entidad que operará este ingenio.
El primer satélite privado para la observación de la Tierra «situará a España en la vanguardia de la agricultura de precisión, el seguimiento de desastres naturales, el cambio climático y el medio ambiente», afirmó Duque desde el Parque Tecnológico del Boecillo (Valladolid), donde se encuentra el centro de control de la misión, un proyecto con un coste total de 30 millones de euros.
Respecto a si la plataforma puede favorecer al control de incendios forestales, el director general de Deimos Imaging definió al satélite como «muy bueno» para crear mapas sobre la posible peligrosidad de fuegos, aunque, según añadió, habría que utilizar «diferentes plataformas» para lograr el objetivo deseado.
Los servicios del 'Deimos 1' podrán ser contratados «por cualquier persona que quiera utilizar sus aplicaciones», añadió Duque.
Otro lanzamiento
Además del 'Deimos 1', el cohete ruso 'Dnieper' lanzó al espacio otro aparato científico español, el 'Nanosat 1B', un satélite de telecomunicaciones destinado a realizar diversas investigaciones científicas. Pertenece al Instituto de Técnica Aeroespacial, organismo dependiente del Ministerio de Defensa. Se trata de un nanosatelite, con un peso de menos de 20 kilos, que tomará el relevo al 'Nanosat 01'.
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